PSE-EE DONOSTIA

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La socialista Ane Oyarbide (Donostia, 1985) asume la delegación de Proyectos Urbanos, que afronta retos como la urbanización de Anoeta, el remate de SagÌés, la renovación de los parques infantiles o el nuevo ascensor del ambulatorio de Altza.

- La pasada semana comenzaron las obras en el anillo exterior del estadio. ¿Cómo se organizará la convivencia con la temporada de fútbol?

- En estas dos primeras fases que ya están en marcha, entre el bar Xanti y el antiguo skate park, los trabajos han empezado por abrir zanjas en la zona más próxima al graderío para que cuando se inicie la Liga el 11 de agosto tengamos esa tarea adelantada y los aficionados puedan disponer de itinerarios peatonales para acceder al campo sin problemas.

- Para rematar SagÌés, el PSE presentó en campaña el proyecto que pretende llevar a cabo, pero Urbanismo ultima los pliegos para lanzar un concurso de ideas. ¿Qué se hará finalmente en esta zona de la ciudad?

- Tenemos un acuerdo entre las dos partes del gobierno de coalición para abordar esta histórica y ya necesaria culminación del paseo marítimo. Desde hace varias legislaturas se habla de impulsar un concurso de ideas, pero nunca se ha realizado. Nuestra propuesta consiste en hacer un graderío mirador con una intervención mínima que respete el entorno y es lo que pretendemos mantener. Habrá que consensuar un proyecto en el que converjan ambas sensibilidades, siempre teniendo en cuenta que el espacio es el que es, que los conciertos de Semana Grande se seguirán haciendo ahí y la naturaleza del propio lugar.

- ¿Qué actuación encabeza su lista de prioridades?

- En mi etapa anterior en Igualdad puse mucho empeño en eliminar el punto crítico de la calle Misericordia, en Gros, y ahora como concejala de Proyectos Urbanos quiero que se culmine.

- Hereda algunas inversiones de calado en fase de obra, como el edificio de Pescadería o la nueva oficina de turismo...

- En Pescadería acabamos de entregar la parte del ambulatorio a Osakidetza para que lo equipe con vistas a la apertura prevista para otoño. Y la oficina de turismo del Ayuntamiento podremos estrenarla dentro de un año.

- ¿Teme que los problemas de suministro, el encarecimiento de las materias primas y la falta de mano de obra especializada vuelvan a jugar en contra de su departamento?

- El anterior mandato fue del todo atípico por la pandemia, que obligó a priorizar inversiones, y la guerra, que ha provocado que los precios se desmadren. Esta legislatura ya contamos con que los plazos serán largos y los costes, más elevados, aunque confío en que esas subidas tan acusadas que tuvimos que afrontar entonces no se van a dar.

- Los retrasos y sobrecostes generan muchas críticas ciudadanas. ¿Hay forma de evitarlos?

- No creo que sea una constante, que se multipliquen los retrasos o que los precios suban de manera indiscriminada. De hecho, las veces que eso sucede, siempre está debidamente justificado y entra dentro del sentido común. Somos escrupulosos con este tema, que no solo afecta a la obra pública, sino también a las obras de particulares.

- Su predecesora en el cargo, Duñike Agirrezabalaga, ha regresado al Ayuntamiento como asesora. ¿Ha recibido algún consejo de su parte?

- Es curioso porque yo empecé como asesora del tercer teniente de alcalde y ahora soy la tercera teniente de alcalde. Duñike me ha ayudado mucho todos estos años y no tengo ninguna duda de que lo seguirá haciendo. Ya hemos tenido las primeras conversaciones y me ha dicho que tenga paciencia, constancia y perseverancia. Sé que cuento con un equipo muy potente en Proyectos y Obras que me respalda.

- El PSE presentó dos jóvenes candidatas a las alcaldías de Bilbao y Vitoria, arrebatando al PNV la capital alavesa. ¿Se ve algún día en esa carrera?

- Es algo que ni me he planteado porque ya tenemos una magnífica candidata, Marisol Garmendia, que ha obtenido un gran resultado. A mí lo que me toca es liderar Proyectos Urbanos.