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CADA DONOSTIARRA EMITIÓ A LA ATMÓSFERA EN 2018 EL EQUIVALENTE A 4,6 TONELADAS DE CO2
El inventario anual de emisiones del Ayuntamiento de San Sebastián recoge en sus conclusiones que un total de 850 kilotoneladas de CO2 fueron producidas por la actividad cotidiana de la ciudad en el año 2018, sin contar con las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) producidas por la industria.
El concejal de Ecología, el socialista Enrique Ramos, ha señalado que “con esos datos, se puede decir que cada ciudadano de San Sebastián emitió a la atmósfera 4,6 toneladas de CO2. Más de la mitad de las emisiones registradas, concretamente un 56,9%, corresponden al transporte, al que le siguen el sector servicios (17,9%), residencial (17,4%) y los residuos (7,3%)”
Respecto del año 2017, la disminución de las emisiones es del 0,7%. “Es en sí una buena noticia, pero tiene su lado negativo y es que esta reducción está lejos de compensar el aumento del 6% que se registró en 2017 y supone la mitad de la reducción necesaria para alcanzar, de forma lineal, un descenso del 20% de las emisiones en 2020 respecto de 2007.”
Un aspecto positivo es que las emisiones del transporte se han estabilizado después de haber atravesado constantes crecimientos entre 2013 y 2017.
En plena emergencia sanitaria, el Ayuntamiento de San Sebastián aprobó el pasado marzo la Declaración de Emergencia Climática de la ciudad. Frente a quienes pensaban que el cambio climático quedaba en segundo plano por la crisis sanitaria se equivocaron. Baste con recordar que los efectos del cambio climático son potencialmente más devastadores que los del Covid-19, solo que en otra escala temporal.
El plan de trabajo de San Sebastián es el Plan de Acción Klima 2050 y una de las herramientas para valorar su progreso es el inventario de gases de efecto invernadero que el Ayuntamiento lleva calculando desde 2005, utilizado la herramienta de Udalsarea 2030, Red vasca de municipios hacia la sostenibilidad. El inventario se calcula con algo más de un año de retraso debido a la complejidad de los datos.
El concejal de Ecología ha señalado que “la crisis sanitaria ha ralentizado toda la actividad humana, con especial intensidad en la disminución del transporte motorizado. Dentro de la ciudad, se ha observado una disminución del tráfico de hasta un 80 % en las semanas de confinamiento más estricto. Siendo como es el tráfico responsable del 57 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad, su impacto en el inventario de 2020 será significativo y positivo, y nos acercará más al cumplimiento de nuestros objetivos.”
Sin embargo, las medidas para incentivar la economía tras la crisis provocada por el Covid-19 podrían tener un efecto nefasto si no se tiene en cuenta cómo afectarán en el medio ambiente. Habrá que trabajar para que la vuelta a la normalidad no sea un regreso a la misma situación que de alguna forma ha conducido a esta crisis.
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